Felipe V adquirió en 1725 este reloj astronómico que pertenece a la colección de Patrimonio Nacional. Es especialmente singular por sus 23 complicaciones y su estética inspirada en el Universo. En su fachada lateral izquierda se presentan los hemisferio norte y sur de la Tierra con sus 24 meridianos; en la derecha se representa un calendario lunar.
La caja, de planta cuadrada, mide 72 cm de alto y en la parte superior hay un globo que simboliza un planetario. La fachada frontal presenta nueve movimientos, como un gran dial que indica la hora diurna y la nocturna, y otros como la salida y puesta del sol y los equinoccios. Por otro lado, la fachada trasera marca la hora universal, la temperatura y la reserva de cuerda.
La historia de este excepcional reloj, en el Nº6 de CLASSPAPER, a la venta en la web y en kioskos y librerías seleccionados.
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